Desembocadura del Lérez:
Paisaje y creación
Menudo viaje realiza la gota de agua que cae donde nace este río! El Lérez nace en una de las zonas con más precipitación anual de toda España, y serpentea a través de valles y montañas hasta llegar a econtrarse con el mar en la ciudad de Pontevedra.
Su agua, ¿es salada o dulce? Pues depende mucho de la marea y del punto donde preguntes. En la parte alta de la ciudad es completamente dulce, pero en la zona centro, en el muelle de As Corvaceiras, los marineros ya deben conocer el calado de su embarcación y el estado de la marea para acceder.
Desde el muelle de Pontevedra hasta la desembocadura en la Ría de Pontevedra, podrás observar un canal marcado por unas líneas de piedra que marcan la zona de acceso de barcos en su interior y en cuyo exterior podrás ver gran cantidad de aves limícolas alimentándose entre las arenas.
Recomendaciones:
Observa la isla de Tambo hacia la Ría de Pontevedra. Un lugar lleno de historia y de gran repercusión en los pueblos costeros.
En este lugar es posible que divises incluso delfines! Echa un ojo por si tienes suerte…
Prepara tus prismáticos! Disfruta de un entorno lleno de aves limícolas y paseriformes que harán de tu paseo un sinfín de sentimientos.
Lugares cercanos:
QRs cercanos:
Capilla Virgen de la Peregrina
Webs de interés:
https://turismoriasbaixas.com/gl/recursopan1?content=280378746
Más información:
Catalogado como LIC (lugar de Interés Comunitario) a lo largo de su recorrido, el Río Lérez llega a Pontevedra cargado de agua que busca su conversión a agua salada. El Río Lérez nace en la Sierra del Candán, una cordillera montañosa de la zona interior de Pontevedra donde anualmente las precipitaciones superan los 2000 mm, lo que genera que sus caudales sean mantenidos en verano pero crezcan de forma considerable en invierno.
En las partes más altas posee cascadas, rápidos y desniveles mantenidos, que lo convierten en un río alegre y divertido. Su continuo zig-zag lo lleva a través de la provincia de Pontevedra mientras otros ríos le ceden sus aguas (algunos de ellos de importante caudal como el Calvos, Almofrei o Tenorio) y en sus últimos 15 kilómetros pierde la pendiente y se transforma por completo, pasando a ser un río relajado y tranquilo, que genera lugares aptos para el baño y el disfrute del entorno.
La fauna y la flora varían tanto como el río.
En su nacimiento, la sierra mantiene la vida de fauna esquiva, que encuentra en estos lugares casi despoblados un lugar de cobijo y escondite para mantenerse a salvo: zorros, caballos o lobos que beben ya en aguas del Río Lérez. La vegetación propia de lugares de montaña, con diferentes ecosistemas según sus orientaciones: matorrales y brezales acompañados de piedra se mezclan con robledales y zonas de bosque atlántico muy bien conservados: robles y alisos en la línea alta, acebos en la zona media, retamas, tojos y arándanos como estrato arbustivo y herbáceas de muchos tipos.
En sus zonas medias aparecen lugares más antropizados, pero podemos seguir encontrando salmones o nutrias entre sus aguas y vinculados a su frescura bosque de ribera, donde por desgracia comienzan a aparecer especies invasoras que comienzan a ser erradicadas.
Y en su tramo final, al contactar con las aguas saladas de la Ría de Pontevedra, se genera el esplendor de la biodiversidad, y son observables numerosas aves, animales de agua salada como cangrejos, mejillones o caramujos e incluso podremos divisar manadas de delfines jugando enfrente de la isla de Tambo.
En la actualidad, podrás ver gran cantidad de barcas ancladas en la zona, el puerto deportivo aguas arriba e incluso son comunes los piragüistas o remeros en estos lugares, que encuentran en este lugar el enclave ideal para practicar su deporte en contacto total con el río.