Los matorrales son hábitats abiertos, constituidos por una comunidad arbustiva, en la que los brezos del género Erica y los tojos (Ulex spp.) son las especies dominantes, pudiendo variar mucho según la altura, el clima o el suelo, apareciendo retamas, lavandas, jaras, carquesas… Pero lo más cierto es que son verdaderos focos de biodiversidad, debido a la gran cantidad de especies diferentes que lo forman, que se protegen en ellos y que se alimentan de ellos.

Así, aparecen aves que nidifican cobijadas entre su ramaje como el pardillo común (Carduelis cannabina), currucas (Sylvia undata, Sylvia cantillans), el chochín (Troglodytes troglodytes)u otras de mayor tamaño como los aguiluchos (Circus cyaneus, Circus pygargus).

También se cobijan especies de reptiles: el lagarto ocelado (Lacerta lepida), la culebra lisa europea (Coronella austriaca), el eslizón tridáctilo (Chalcides striatus), la víbora de Seoane (Vipera seoanei), entre muchos otros.

E incluso sirve como cobijo o zona de alimentación a mamíferos, por lo que es fácil ent¡contrar restos de zorro (Vulpes vulpes), comadreja (Mustela nivalis), conejo (Oryctolagus cuniculus) o de mayor tamaño como el jabalí (Sus scrofa) o el corzo (Capreolus capreolus).

Los  usos  tradicionales  de  los  recursos  que  ofrece  el  monte  influyen  de  una  manera  notable sobre la vegetación y el paisaje de Galicia. Desde muy antiguo, se tiene conocimiento de formas de manejo del matorral para diversos usos: la quema y la roza destacan sobre el resto. Esto ha generado un mantenimiento a lo largo de los años de ciertas especies predominantes. Antaño se cortaba para abonar los campos, lo que nos da una idea de la importancia para el suelo.

En los últimos 40 ó 50 años se observa un progresivo abandono del campo que hace que estos usos  tradicionales  sean  menos  importantes,  lo  que  provoca  un  cambio  en  la  composición  y  la estructura  de  las  diferentes  comunidades  arbustivas.

De los 22 tipos de hábitats de matorrales declarados “de interés comunitario” por la Directiva Hábitats, 5 de ellos están presentes en Galicia, y de los 7 marcados como “Hábitats de interés prioritarios”, 2 están en este territorio: Brezales secos costeros y brezales húmedos atlánticos de zonas templadas de Erica ciliaris y Erica tetralix.

Estos lugares son sumamente importantes porque (entre otras cosas) son la primera fase de instalación de la vegetación en un territorio, posee especies que enriquecen el suelo y dan cobijo a gran cantidad de fauna. Por eso, conservándolos se da un paso importante para el asentamiento de otras especies.