Padrón:
La piedra del Apóstol
Esta villa se considera una despensa natural para Galicia gracias a su clima cálido y lluvioso, donde no falta la magia. El nombre del pueblo procede de la palabra «Pedrón» . Según la tradición jacobea, el pedrón era un ara romana dedicada al dios Neptuno y hoy día se conserva en el altar de la Iglesia de Santiago. Esa piedra fue donde se amarró la barca que, en el siglo I, trasladó el féretro del Apóstol Santiago, desde Haffa (Palestina) hasta el puerto de Iria Flavia.
En el momento en el que los restos del Apóstol Santiago son llevados a Santiago de Compostela, Padrón se convierte en el punto de partida para los peregrinos que llegan por mar y quieren llegar a dorar los restos del Apóstol. Sus atractivos turísticos y el paso del Camino Portugués a Santiago han hecho crecer mucho a esta pequeña población.
Padrón también está vinculado a importantes personajes de la literatura como Camilo José Cela o Rosalía de Castro.
Recomendaciones:
Iglesia de Santiago Apóstol. La construcción actual data del XIX y en su interior se conserva el Pedrón, al que fue amarrada la barca que trajo los restos mortales del Apóstol Santiago.
Ermita de Santiaguiño do Monte. Situada entre una zona de rocas, en esa zona se retiraba a rezar el Apóstol Santiago cuando por estas tierras estuvo predicando el evangelio de Cristo.
Monumento a Camilo José Cela .En el Paseo del Espolón se encuentra el homenaje a este Premio Nobel de Literatura
Si estás en los meses de verano, no te vayas sin probar los famosos pimientos de Padrón.
Casa de A Matanza. Museo dedicado a Rosalía de Castro.
Lugares cercanos:
Torres do Oeste (11.5 kms; 2horas 20 minutos)
Santuario de los Milagros de Requián (10.8 kms; 2 horas 30 minutos en dirección sur)
QRs cercanos:
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Más información:
Pequeña población que se sitúa en el límite de la provincia de A Coruña y de Pontevedra, separados por el río Ulla.
Su nombre proviene del «Pedrón» que todavía se conserva bajo el altar mayor de la iglesia de Santiago. Según la tradición jacobea, esa ara romana dedicada al dios Neptuno fue el punto de amarre de la barca que trasladó el cuerpo sin vida del Apóstol Santiago, con sus discípulos Teodoro y Atanasio, desde Palestina hasta el puerto de Iria Flavia, en el siglo I (alrededor del año 44 d.C.).
Padrón se origina en el siglo X como un alfoz de Iria Flavia, surgiendo a la orilla del río Sar, (río que la Edad Media era navegable) y hasta la Edad Moderna poseía dos puertos: el exterior en el río Ulla y el interior en Murgadán, a la orilla del río Sar. Estuvo siempre ligada a Iria Flavia
Su crecimiento radicó en parte en el paso de peregrinos que llegaban por mar, y el crecimiento de esta villa se organizó con base a la calle principal, de la que parten perpendicularmente las demás.
Objetivo claro de vikingos y normandos, que saqueaban la villa, se reconstruyen en Catoira las Torres do Oeste, para su protección, generando mayor prosperidad.
El arzobispo Diego Gelmírez construyó un puerto a las orillas del Sar y de sus astilleros salieron las primeras galeras de la Marina española. En el siglo XV el arzobispo Rodrigo de Luna vivió dos años en este pueblo con todo el cabildo compostelano, para protegerse de los condes de Altamira. En la iglesia de Iria Flavia puede verse su sepulcro con estatua yacente.
Padrón padeció también la «Revuelta Irmandiña», constituyéndose en la villa una «Irmandade», en 1467, que llevaría a la destrucción de la fortaleza de la Rocha Branca en Iria Flavia -uno de los castillos más hermosos del arzobispado- y de la Torre Moucha, atalaya defensiva arrimada a la iglesia parroquial.
Entre los siglos XVII y XIX , con la actividad textil y la construcción de la línea de ferrocarril Santiago – Carril la villa creció hasta donde actualmente se puede ver.
Fiestas:
-Fiestas del pimiento de Herbón de Padrón: Fiesta de exaltación del producto más típico de Padrón: el pimiento, que como dice el refrán “unos pican y otros no”. Nada más lejos de la realidad, porque la gama de picante cambia desde el no picante hasta el nivel de guindilla, y no se pueden diferenciar, aquí reside una parte de la gracia de comerlos.
Los cosecheros realizan un recorrido de dos kilómetros, entre Padrón y Herbón, en sus tractores engalanados para la ocasión. Se reparten unos 3.000 kg de pimientos entre los cientos de asistentes, que disfrutan también de la degustación de pulpo y churrasco en las carpas instaladas.