WildGalicia

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Praderas de ganado

Pradera para el ganado

En Galicia es fácil encontrar grandes áreas dedicadas al ganado, sobre todo en zonas llanas y menos extensamente (pero siempre presente) en las zonas montañosas.

La necesidad de mantener los prados para que el ganado se alimente ha supuesto su preparación y cuidado a lo largo de cientos de años, pues la ganadería ha sido y es uno de sus principales motores económicos.

Desde el asentamiento del ser humano, se han modificado los terrenos buscando la mayor confortabilidad del ganado en la zona más cercana al asentamiento posible.

Hasta mediados del siglo pasado la estructura agraria gallega se basaba en el policultivo de subsistencia. La explotación familiar atendía a satisfacer las necesidades básicas como la alimentación, la vestimenta, la fuerza de trabajo, el medio de transporte… Y se utilizaba todo lo que se relacionaba con el ganado: carne, leche, piel o incluso estiércol o se usaba como moneda de cambio por otras especies que no se tenían.

Esta estructura entra en crisis en el segundo tercio del siglo pasado, generando bruscos cambios y buscando una sociedad urbanizada, que ya no posee ganado en la unidad familiar y sus consiguientes necesidades cárnicas o de otros alimentos, que deben abastecerlo de forma empresarial.

Claramente, cuando las reses son muchas, se buscan campos amplios y en terrenos lo más llanos posibles. Si por el contrario hablamos de ganado para la unidad familiar, el campo de pastoreo puede ser más pequeño y aparecer en laderas de montañas con interesantes sistemas de riegos para que la hierba siempre tenga ese verde característico.

Actualmente la comunidad cuenta con más de 120.000 explotaciones, en las que predomina el vacuno. Para que nos hagamos una idea de la cantidad de reses existentes en estas tierras, el último censo agrario dice que Galicia posee más cabezas de ganado que habitantes

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