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Laguna de Antela

Laguna de Antela:
La laguna perdida

En este lugar es muy común la aparición de fauna y vegetación típica de zonas de humedal o de inundación, debido a que en un pasado, aquí existió uno de los humedales más importantes de la Península ibérica. Nos encontramos ante uno de los más grandes maltratos de la historia de Galicia al medio natural.

Su superficie era de aproximadamente 42 km cuadrados, con profundidades entre los 0.5 hasta los 2 metros y que en invierno llegaba a medir 7 km de largo y 6 km de ancho.

Sin duda, para ver lo poco que queda de ella debes pasear por aquí, el llamado “canal central” de la laguna e ir a sus únicas lagunas actuales, que cuentan con observatorios de aves donde podrás observar los relictos.

Distancia desde este QR a los restos de la Laguna de Antela

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Lugares  cercanos:

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A Carballa da Rocha (monumento natural) (8 kms al oeste)

Dólmen Casiña da Moura (26 Kms al sur)

Embalse de Salas (25,6 Kms al sur)

Termas romanas de Bande (25 Kms al suroeste)

QRs  cercanos:

Lalín

Allariz

Webs de interés:

https://www.turismo.gal/recurso/-/detalle/280378378/centro-de-interpretacion-da-lagoa-de-antela?langId=es_ES&tp=1000140&ctre=1000181

http://lagoadeantela.es/

Más información:

La Laguna de Antela fue una inmensa laguna, conocida desde hace miles de años (como atesora el menhir allí ubicado hace 4.000 años), tanto que asegura la leyenda que en su seno se encuentra la antigua ciudad de Antioquia.

La laguna tenía una superficie aproximada de 3600 hectáreas que ocupaba varias aldeas de los ayuntamientos de Xinzo de Limia, Sarreaus, Vilar de Barrio, Xunqueira de Ambía, Sandías, Vilar de Santos, Rairiz de Veiga y Porqueira. Estaba situada a 615 metros de altitud y ocupaba unos 42 km cuadrados. Durante la estación de invierno su longitud llegaba a los 7 km de largo y 6 km de ancho.

La profundidad variaba desde los 0.5 hasta los 2 metros aunque en algunas zonas las pozas podían llegar a alcanzar los 3 metros. Por estas dimensiones era considerada uno de los humedales más importantes de la península Ibérica, con una gran riqueza biológica en la que convergían varios ecosistemas que albergaban una fauna y una flora propias. Una gran laguna, de las mayores de la península Ibérica, de la que queda casi nada.

A pesar de que actualmente la laguna sería considerada una zona muy importante a nivel ecológico, en su día no le fue concedido el valor que tenía. Se conocen intentos de desecar la Laguna desde el año 1827, pero fue finalmente en 1958 cuando se comenzaron las labores de desecación.

Tras la desecación, se dieron las tierras desecadas como campos de cultivo de patatas de gran calidad (como la patata Kennebec, con Denominación de Origen; Indicación Geográfica Protegida “Pataca de Galicia”). Otros cultivos corresponden a trigo y, en menor medida, cebolla. La problemática comenzó con la aparición de sequía, donde los agricultores debieron canalizar agua para llegar a sus campos. En la actualidad, otro problema es el continuo uso de herbicidas y químicos, que suponen problemas a largo plazo, pero que son menos visibles. Cánceres, Alzheimer y otras enfermedades aparecen por su uso, peor parece mucho más importante poder tener dinero hoy que salud mañana, algo notable cuando preguntas a la gente local qué les ha parecido la pérdida de su laguna.

Como tantas otras, esta es una temática que daría pie al debate, pero lo que está claro es que la Laguna seguirá perdida para siempre.

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